Echar de menos, añorar, recordar; eso es querer algo que hemos tenido y que ya no poseemos, y su ausencia nos duele y no nos deja olvidar. Puede ser, desde el recuerdo del lejano hogar, la perdida de la juventud o aquel amor que respiraba lento.
Esa esencia humorosa, ese difuminado recuerdo está ahí también para hacernos más felices en un rencuentro con lo perdido o más desgraciados con el conocimiento de lo irrecuperable.
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